- ¿Cómo resumirías el Rol que debe cumplir una persona en tu posición? ¿Cuáles son los problemas típicos a resolver?
Lo primordial es cambiar la idea de “querer ser servido” a “ser servidor”. Ponerse al servicio de las necesidades de los miembros del equipo. Además, creo que a esta posición de liderazgo uno debe llegar con un equilibrio entre lenguaje, emocionalidad y cuerpo. Que quiere decir esto: en términos de lenguaje, tener una gran capacidad de escucha y de comunicación. Escuchar atentamente y hablar con modalidad múltiple: proponer e indagar. A través del poder de indagar uno desaprende y aprende, obtiene visiones diferentes. ¡El líder tiene que tener la capacidad de poder llevar a cabo esa importante declaración que es el “NO SE!” Cuando perdés esa posibilidad de decir “NO SE” perdés las posibilidad de APRENDER, y para esto no importa el nivel en la organización. Escuchar atentamente, y no simplemente oir, que es algo totalmente diferente, al igual que los silencios, es muy importante. Cuando hablo de emocionalidad me refiero a que uno debe tener la capacidad de manejar los estados de ánimo que aparecen y ser muy cuidadoso con las emociones. Y transmitir tranquilidad, paz, más en este momento que estamos viviendo por la pandemia. Los mercados con sus tensiones…hay que ser un lider de dis-tensión. No generar más tensión, sino ayudar a los equipos a disminuirla. Y por último, el tema del cuerpo. Como uno maneja la corporalidad, que también transmite a través de los gestos, los movimientos. La coherencia entre estas 3 cosas son pilares fundamentales que hay que ejercitar.
- Algunos creen que la responsabilidad de desarrollarse es del empleado (sobre todo a partir de la cantidad de recursos disponibles) y otros creen que la responsabilidad es de la empresa. ¿Dónde está trazado ese límite?
De joven siempre di en el rol que me asignaron en cada posición mucho más, fui más allá de las descripciones de las posiciones, aprendía de todas las áreas de soporte, iba más allá de lo que me pedían, todo lo quería conocer, aprender, entender. Creo que la primera responsabilidad es del propio empleado, que determina el hasta dónde quiere llegar, qué quiere hacer. Esto tiene mucha relación con que uno debe conocerse a si mismo, que es lo más importante que debe tener una persona y tanto nos cuesta. Y es lo más importante del paso por esta vida!. Si no logramos conocer qué queremos en cada momento de nuestra vida, tenemos un problema. Creo que el desarrollo profesional y personal es responsabilidad de cada uno. Hay empresas que te ayudan y son co-responsables de tu crecimiento profesional como es el caso de Kellogg, donde la prioridad es escucharte. A nivel global Recursos Humanos permite que armes tu propio plan de carrera en conjunto con tu jefe y hasta te ofrecen sesiones de Coaching con otros líderes. Hay un proceso muy bien armado en esta empresa, al alcance de cualquier colaborador. Depende de cada uno.
- Hay una frase muy común que dice que “peor que formar a un empleado y que se vaya es no formarlo y que se quede”. ¿Qué pensás de esto y cuáles son tus herramientas para mantener equipos altamente motivados?
Nunca tuve ese pensamiento, nunca lo viví. Los equipos se hacen con ganas; tenés que arrancar la mañana sintiéndote bien en tu contexto, en tu dominio. Sintiéndote bien con lo que hacés y con quienes lo hacés. Y esto tiene que ver con conocerte a vos mismo, conocer tu Ser. A los equipos hay que dejarlos trabajar, dejarlos fluir. Permitir que puedan equivocarse, dentro de ciertos parámetros lógicos de impacto en el Negocio, porque el éxito es la sumatoria de distintos fracasos. Y para mi esto es importante. Hago una analogía con el fútbol: podés dar a elegir de qué quieren jugar y dejarlos que se desenvuelvan, que jueguen en su espacio. Hay que esforzarse por entender los talentos de cada persona. La clave de un líder está en descubrir esos talentos y ayudar a potenciarlos para que puedan brillar y entonces el quipo también brille. Hay que aprender a reconocer cuando nos equivocamos, compartir con el equipo y moderar el ego. Como dije antes, desaprender para poder aprender.
- ¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en este contexto de COVID 19?
Lo puedo separar en dos aspectos: dentro de lo personal, intentar mantenerme siempre en positivo. Controlar las emociones negativas que aparecen entendiendo qué es lo que está atrás de ese estado, interpretándolo y poniéndolo en positivo. Eso lo trabajamos mucho con mi familia y nos mantuvo con una mirada de “esto va pasar”. Por otro lado, ponernos en solidaridad con quienes realmente la estaban pasando mal tanto en lo anímico como en lo económico. Eso nos hizo bien, estar ahí con quienes lo necesitan. Eso fortalece mucho.
También aprendimos a mirarnos, a interpretarnos. Nos pasaba en mi familia, que alguno se levantaba con el estado anímico más complicado y nos íbamos apoyando entre nosotros, poniéndonos al servicio del otro. En los peores momentos, pudimos tener charlas por las noches, donde compartíamos eso aue nos pasaba, y pudimos estar más sensibles el uno con el otro. Fueron momentos que agradecí mucho a pesar de la situación, pude conocer aún más a mis hijos y a mi esposa.
En el plano laboral, la compañía puso a disposición todas las herramientas para acompañaarnos: Cursos, mentoring, entrenamientos de cómo hacer ejercicio, cómo alimentarnos, para tener la mente en positivo, lideres que daban charlas con distintas temáticas. Todo apuntado a salir adelante con visión positiva, esperanza y fe. Estoy muy agradecido con la empresa por ello.
- Liderás una región (Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay y Perú) ¿Qué expectativas tiene la Casa Matriz para estos países?
En los 6 países nuestras categorías, tanto cereales como snacks, tienen un potencial muy grande. Estamos creciendo año a año a tasas de doble dígito y estamos con muchas expectativas a pesar del contexto que estamos viviendo por la pandemia. No dejamos de operar en ningún mercado y pudimos crecer tanto en Volumen como en Share en ambas categorías, con mucho apoyo de todas las áreas de la empresa a nivel regional.
